28/11/2016

Los recuentos que han alterado elecciones lo han hecho cuando había márgenes más pequeños que los de este año. El proceso puede apuntar a irregularidades que pueden derivar en otras auditorías para detectar 'hackeo' de máquinas o votos fraudulentos.

 

El primer recuento de votos de las elecciones presidenciales del 8 de noviembre empieza en Wisconsin esta semana, a petición de Jill Stein, la candidata verde que ya ha recaudado más de seis millones para hacerlo aquí y también en Michigan y Pennsylvania. En Wisconsin, también lo ha solicitado el candidato independiente Rocky de la Fuente.

La campaña de Hillary Clinton ha dicho, a través de su abogado, que “participará” en el recuento, es decir que mandará testigos, aunque insiste en que hay muy pocas posibilidades de que cambie el resultado porque el margen entre los candidatos es demasiado grande.

Michigan es el estado donde hay menos diferencia entre ambos candidatos, unos 11,000 votos o el 0.3%. En Wisconsin la diferencia es de más de 27,000 votos o un punto. En Pennsylvania se trata de más de 70,000 votos o 1.2%.

Las peticiones de recuento, parte del proceso democrático previsto en todas las elecciones, han irritado a Donald Trump, que cuestiona todo el sistema al asegurar sin pruebas que “millones” de personas votaron “ilegalmente”. Trump perdió el voto popular por más de dos millones de votos.

1. ¿Es raro que cambie el resultado?

No tanto, pero sucede cuando hay márgenes mucho más pequeños.

Según este estudio de la organizacion Fair Vote, en la década de 2000 a 2009, hubo 18 recuentos estatales entre 2,884 elecciones. De estos, tres supusieron un cambio en el resultado: en la carrera a senador de Estados Unidos por Minnesota en 2008, a auditor de Vermont en 2006 y a gobernador de Washington en 2004. Pero en los tres casos se trataba de recuentos donde los márgenes de la victoria eran inferiores al 0.15% de los votos. En algunos estados con esa diferencia la ley exige que haya un recuento automático.

En la mayoría de esos recuentos, 15 de 18, el cambio de votos de un lado a otro fue de menos de 500 votos.

Para un cambio de votos mayor tendría que producirse un caso de fraude masivo o manipulación de las máquinas y no hay ningún indicio de que haya sido así en esos estados.

El abogado jefe de Clinton, Marc Erik Elias, dice que tras dos semanas escuchando a expertos y revisando datos la campaña no ha visto “pruebas de la manipulación de resultados”, pero que ha decidido participar en el recuento por respeto a las más de 64 millones de personas que votaron por Hillary Clinton.

2. ¿En qué consiste?

Cada estado tiene sus reglas sobre cómo hacerlo, si se hace de manera automática y cuánto cuesta.

Los empleados electorales son los que hacen el recuento, pero todos los candidatos presidenciales que quieran pueden estar presentes en la operación. En este caso, además de representantes de la campaña de Stein y de De la Fuente, también habrá miembros de las de Clinton y Trump.

Lo primero que se hace es contrastar los votos emitidos con las listas de registro de votantes que ejercieron ese derecho en estas elecciones para detectar disparidades en el número o posibles casos de fraude.

En Wisconsin conviven votos en papel y votos en máquinas. Los de papel se revisan a mano y se vuelven a registrar en una lista. En el caso de los votos con máquinas puede haber un examen de los aparatos si se detecta alguna anomalía en el registro de votos comparado con las pruebas en papel o escáner.

En caso de errores del votante, se examina su "intención". Por ejemplo, si ha escrito el nombre a mano de una persona que se presentaba y cuyo nombre ya estaba impreso, según las reglas en Wisconsin, se cuenta su voto a favor de ese candidato aunque no sea la manera correcta de votar.

También se hace el recuento de los votos por correo o provisionales por problemas de registro o dudas el día de las elecciones.

3. ¿Qué tipo de irregularidades se pueden encontrar?

Habitualmente los recuentos detectan fallos humanos o de software.

Los oficiales electorales pueden haber cometido errores al transcribir o transmitir algún resultado. En ocasiones, una máquina puede haber registrado mal los datos o sus votos pueden no haber sido considerados. También se pueden encontrar fallos por parte de los votantes a la hora de utilizar las máquinas o de señalar a mano su candidato favorito.

Lo más común en los recuentos es detectar fallos no intencionados.

4. ¿Cuándo se sabe el resultado del recuento?

La obligación es completar el recuento lo antes posible.

El plazo para enviar los votos definitivos a los representantes del colegio electoral es el 13 de diciembre. En caso extremo, se podría apurar hasta el 19 de diciembre, el día en que se reúnen los electores, cada uno en su estado, para votar por el presidente.

Si los votos de un estado no llegaran para entonces, los electores de ese estado podrían quedarse sin que su voto contara en el total de votos electorales. Sin embargo, aún quedaría otro plazo más: el 6 de enero es cuando el Congreso cuenta oficialmente los votos para proclamar el presidente electo que toma posesión el día 20. Los votos de un estado pendiente podrían ser enviados directamente al Congreso.

5. ¿Por qué hay que pagar tanto?

El precio del recuento depende de los estados.

En el caso de Wisconsin, el primer estado donde Stein y De la Fuente han pedido el recuento, por muy pequeño que sea el margen no se hace de manera automática.

Stein y De la Fuente tienen que pagar lo que estime el estado que cuesta el proceso porque la diferencia entre sus votos y los del ganador es mayor que el 2% del total de los votos emitidos.

Wisconsin aún no sabe cuánto costará el recuento. Sólo señala que en el último recuento en el estado, en unas elecciones al Supremo en 2011, el coste fue de más de 500,000 dólares y se trataba de analizar la mitad de votos.

En el caso de Pennsylvania, por ejemplo, hay recuento automático si el margen del ganador es inferior al 0.5%, pero en este caso Trump venció por más de un punto, con lo cual cualquiera que solicite el recuento tiene que pagar.

6. ¿El recuento puede detectar si hay máquinas ‘hackeadas’?

No necesariamente. Pero durante el proceso de examinar los votos se puede encontrar alguna discrepancia que llame la atención.

Para analizar problemas de ese tipo se requiere una auditoría, no un recuento. Algunos estados ya las hacen en todas las elecciones con una selección aleatoria de equipos. Así es, de hecho, en Wisconsin, donde ahora hay mismo ya hay en curso una auditoría de algunas máquinas.

Si se detectaran problemas, se daría paso a una auditoría más completa de todas las máquinas, pero de momento no hay ninguna señal que indique que eso va a suceder.

Alex Halderman, el director del Center for Computer Security and Society de la Universidad de Michigan, explicó en este artículo la importancia de las auditorías para descartar la manipulación de las máquinas electorales por un posible 'hackeo' de Rusia, que ya ha sido acusada este año por el FBI y otros responsables de la inteligencia de Estados Unidos de infiltrarse en registros de votantes en Arizona e Illinois y robar los emails del partido demócrata.

7. ¿El recuento puede detectar votos “falsos”?

No necesariamente. Pero sí movimientos masivos en favor de un candidato ligados a una máquina o la supresión de votos. En el proceso, como pueden estar los representantes de los candidatos, se pueden suscitar cuestiones sobre otras irregularidades que pueden ser investigadas.

Los estados también admiten denuncias separadas si las campañas o los votantes sospechan que hay personas que han participado en las elecciones sin tener derecho a ello o que lo han hecho más de una vez.

8. ¿Cuál es el recuento más difícil?

De los tres citados, sin duda Pennsylvania.

En el caso de Wisconsin y de Michigan, el recuento se hace de votos en papel y de votos en máquinas que también producen una prueba del papel.

Pennsylvania es uno de los estados que no están obligados por ley a producir una prueba en papel y en la gran mayoría de los condados no se hace. Así un recuento supondría examinar unas 9,000 máquinas. Esta laboriosa operación es más costosa en tiempo y dinero que la de otros estados.

9. ¿Ha habido recuentos en presidenciales?

Sí, aunque no suceden todos los años. En las elecciones de 2012, por ejemplo, no hubo ningún recuento a nivel estatal.

El más célebre en unas presidenciales, el de Florida de 2000, nunca terminó por la denuncia de George W. Bush que acabó en el Tribunal Supremo.

La última carrera presidencial donde hubo recuentos fue en 2004, cuando John Kerry perdió contra Bush. Entonces Ralph Nader, candidato independiente, pidió el recuento en New Hampshire y los aspirantes del partido libertario y el partido verde hicieron lo mismo en Ohio.

El recuento de Ohio, por ejemplo, le dio a Kerry unos 300 votos más que a Bush en este estado, pero el candidato demócrata siguió perdiendo este estado y las elecciones.

En Ohio el episodio derivó en escándalo. En 2007, dos empleados electorales fueron condenados a 18 meses de cárcel por interferir en el recuento supuestamente para ahorrarse trabajo, no para cambiar el resultado. El caso provocó una crisis de la comisión electoral.

 

Para más información visita: http://www.univision.com/noticias/elecciones-2016/9-preguntas-para-entender-el-recuento-asi-funciona-y-esto-puede-pasar Todo el crédito a: Univisión

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